miércoles, 6 de diciembre de 2017


¿QUÉ ASPECTOS DEL MODELO EDUCATIVO TENEMOS QUE CAMBIAR?
Asignatura: Estrategias y estilos de aprendizaje.



Comenzaré diciendo que la entrevista a Pere Marqués me ha suscitado ciertas dudas e inseguridades con respecto a algunas ideas rotundas que yo tenía sobre la educación actual. Pere Marqués nos hace recapacitar sobre el modelo educativo actual y su necesario cambio, pues no debe ser tan ideal cuando ciertos temas como el fracaso escolar cada vez van en aumento. Y la solución a este problema general es cambiar nuestra forma de enseñar como maestros, la forma también de aprender que tienen nuestros alumnos/as y nuestra manera de pensar.
            Este cambio cierto es que incluye a las familias, pero principalmente a los profesores. Esto es debido a varios motivos, entre ellos, tal y como dice el entrevistado se encuentra la escasa formación que los maestros poseen. La realidad educativa se ha transformado y como consecuencia, los objetivos, la metodología, la evaluación… y algunos elementos más del proceso educativo han de modificarse. Si esto no lo tenemos en cuenta, tendremos como resultado, una educación del siglo XX dirigida a alumnado del siglo XXI. De tal modo que esto no es compatible ni lógico.
Otro obstáculo que nos podemos encontrar es la acomodación del profesorado, es decir, aunque a veces éste disponga de la formación y recursos necesarios, así como que tenga claros los objetivos que debe perseguir, en muchas ocasiones no tiene la iniciativa o la motivación para llevar a cabo ese cambio. En ese aspecto estoy muy de acuerdo con él. De ahí que el primer paso por parte de los profesores sea tener una actitud positiva y ser más flexibles, para evitar el estancamiento. No basta con que el docente lo vea y lo entienda, sino que lo quiera realizar, por eso será vital argumentar que la nueva propuesta tiene muchas ventajas.
Por otro lado, hemos de tener presente que en la sociedad digital en la que vivimos hoy en día contamos con una gran variedad de avances tecnológicos y recursos digitales como pueden ser calculadoras, ordenadores, diccionarios digitales, internet, etc; por tanto, no nos encontramos en la misma realidad que hace 20 años. No tiene sentido enseñar a un niño/a procesos que no utilizará en un futuro, tiene más sentido que aprovechemos todos los recursos de los que disponemos y les enseñemos a manejarlos.

Nuestro objetivo como educadores será perseguir en el alumnado que cada uno de ellos alcance su máximo desarrollo personal, a través de un camino o proceso que le motive, que le atraiga, que le lleve a seguir experimentando e investigando…. Con el fin de alcanzar sus objetivos y metas personales.

La propuesta de Pere acerca de agrupar a los alumnos/as en función del dominio de conocimientos me parece muy interesante. Por ejemplo, hacer un grupo de niños/as que dominan las matemáticas para que ayuden a aquellos a los que no les motivan o encuentran dificultades, puede ser una alternativa muy práctica y productiva. O también, dividir el trabajo en varias partes y que cada alumno/a se encargue de una acción puede favorecer habilidades y destrezas en él como son la responsabilidad, la autonomía, la iniciativa, etc. La cuestión es ir probando, no tener miedo a hacer algo “distinto” a lo habitual, pues sólo de esta manera podremos alcanzar nuestra meta: que los alumnos/as aprendan a aprender y que esto lo hagan motivados.

Un tema clave para el ámbito de la educación es que el gobierno y concretamente los políticos tuvieran más en cuenta la opinión del colectivo del profesorado en cuanto a materia educativa. En los últimos años, las leyes educativas han cambiado con una frecuencia absolutamente ilógica. Esto no significa que no sea necesario cambiar estas leyes, pero sí que los cambios los hagan personas que trabajan en este ámbito y que han vivido sus propias experiencias dentro de las aulas. El día que esto se tenga en cuenta probablemente consigamos cambios mucho más productivos que los que hasta ahora se han conseguido en las escuelas. La educación no tendría que depender de la política, es algo mucho más importante que eso, y los valores que hemos de perseguir no deben depender de una ideología u otra, deben ser consensuados por aquellos que se verán afectados.


               En definitiva, nuestro sistema educativo necesita cambios de manera urgente, como bien afirma Pere Marqués.

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